Pedro Flores
(extret del seu llibre Memòries de Pedro Flores. A la recerca de l’ideal anarquista.
Centre d’Estudis del Bages, 2003)
“… en las elecciones del 12 de abril de 1931… recorrimos todos los lugares de voto con la consiguiente alegría al ver que ganaban las izquierdas… Y mucho más jubiloso fue dos días más tarde cuando en la fábrica se nos dice que se había proclamado la República. Sin pensarlo dos veces dejamos el trabajo y a toda carrera llegamos a la plaza Mayor, donde en el palo principal del ayuntamiento ondeaba la bandera tricolor. Nada hicimos sino mucho gritar nuestro alborozo y cantar: “No queremos a reina puta, ni tampoco a rey cabrón…”. Alegría y alborozo que duró todo el día siguiente hasta que, paulatinamente y con el tiempo se fue apagando. La República no resultó ser más que una fantasmagoría y los republicanos, unos taimados que frustraron las esperanzas del pueblo.”