La nit del 24 al 25 de desembre molts manresans se’n van anar a dormir mentre la nevada començava a agafar força. La tradició de la Missa del Gall era molt seguida i a la 1:00h de la matinada van tornar cap a casa en plena nevada. La majoria no s’esperaven els gruixos de neu que es trobarien l’endemà.

El diari Manresa del dia 27 de desembre ens feu la crònica dels esdeveniments.

En primer lloc comentà que havia fet molt fred:

“…la temperatura mínima de diez grados bajo cero a las cinco horas. Las máximas fueron de un grado y cero grados, respectivamente. El río Cardener apareció helado, circunstancia que tampoco se había observado en los últimos años”.

I que no va parar de nevar:

“Ni en nuestros archivos, ni a las personas a las que hemos consultado, hemos podido hallar antecedentes de una nevada de éstas características, en cuanto a cantidad y a duración, de la ocurrida en estas Navidades. Al parecer la mayor data del año 1928 en que la nieve casi alcanzó el medio metro de altura”.