Aquesta carta de Lluís Companys constitueix un informe molt complet i minuciós de l’esforç realitzat a Catalunya en l’àmbit de les indústries de guerra a partir del 19 de juliol de 1936, malgrat la manca de matèries primeres i els nombrosos obstacles que es trobaren, entre ells els recels i l’oposició del mateix govern de la República.
Segons Companys, és la primera vegada que trenca el silenci i denuncia aquesta actitud del govern central. Fins i tot expressa a Prieto el seu patiment personal en relació a aquest assumpte: “ten la seguridad que en la cuestión de la industria de guerra, como en tantas otras cuestiones que a Cataluña se le han planteado, he sufrido tanto, me he contenido tantas veces, he callado tanto al ver que se hacía todo lo posible para ir asfixiando el esfuerzo por nosotros realizado utilizando todos los medios para obstaculizar nuestra obra y me ha causado tanta pena al ver como a partir del mes de junio disminuía cada vez más la producción que hoy salgo de mi silencio y me permito exponerte en esta forma excueta [sic] cual es la obra que en parte ha realizado Cataluña. Cataluña ha tenido durante estos meses problemas tan graves como el de la industria de guerra, pero seria un error imperdonable que unos y otros nos empeñásemos todavía en discutir posiciones y actitudes pretéritas. Yo creo que ha llegado el momento de que todos hagamos un esfuerzo para superarnos….
[…] “Nosotros siempre mantuvimos la gran ilusión de creer que los esfuerzos de Cataluña serían comprendidos y que el Gobierno de la República, alejada de cuestiones políticas o de un criterio centralista ineficaz que muchas veces le ha demostrado su incompetencia, daría facilidades a Cataluña, para coordinar su industria con las necesidades de la guerra. […] Esta actitud nuestra fue contestada con una negativa, negativa que el recordarla la lamentamos doblemente, porque nuestro ofrecimiento era sincero, era leal…”
Malgrat tot, Lluís Companys advoca per un esforç que superi aquests obstacles: “quizás el fracaso de una íntima colaboración en las industrias de guerra se debe a pugnas, recelos o concepciones de autoridad y mando […] Por encima de estas luchas de unos y otro […] es necesario que hagamos un esfuerzo supremo para terminar con toda esta diversidad de cosas”. La carta acaba així: “lo que importa ahora es ir adelante y para ello no ha de faltar la colaboración sin reservas en lo que estimas necesario de la Generalidad de Cataluña y personalmente de tu viejo amigo que te quiere y considera.”
D’altra banda, Companys s’enorgulleix de l’enorme esforç desplegat per Catalunya pel que fa a les indústries de guerra, de l’entusiasme dels treballadors i tècnics i del fet que “durante el tiempo que hemos controlado los 300 y pico de talleres y fábricas dedicados a la producción de material de guerra, no ha surgido ni un solo conflicto ni un problema, tanto en el orden social como en el de producción. Esto es también un éxito que nos apuntamos”.
Aquest és el comentari dels requisadors franquistes: “Informe sobre el esfuerzo de Cataluña para la fabricación de material de guerra. Responde –por lo que se ve- a quejas que le había manifestado Prieto. Tiene un interés muy limitado desde nuestro punto de vista”. (Archivo General Militar de Ávila).
