{"id":79710,"date":"2024-06-07T20:21:33","date_gmt":"2024-06-07T19:21:33","guid":{"rendered":"https:\/\/www.memoria.cat\/franquisme\/la-moralidad\/"},"modified":"2024-07-11T19:44:51","modified_gmt":"2024-07-11T18:44:51","slug":"la-moralidad","status":"publish","type":"page","link":"https:\/\/www.memoria.cat\/franquisme\/es\/la-moralidad\/","title":{"rendered":"La moralidad"},"content":{"rendered":"

Texto introductorio<\/h2>\n

El franquismo fue una \u00e9poca de muchas represiones en todos los sentidos y tambi\u00e9n impuso, con el apoyo activo de la Iglesia, una moralidad oficial que afectaba y condicionaba la vida cotidiana de las personas.<\/p>\n

Un tipo de moralidad que tambi\u00e9n restring\u00eda las iniciativas y libertades individuales en una serie de aspectos que hoy en d\u00eda consideramos muy normales. Por ejemplo, ya en febrero de 1939 el alcalde Prun\u00e9s recordaba a la poblaci\u00f3n la prohibici\u00f3n, con motivo del carnaval, de disfrazarse o hacer cualquier tipo de parodia a expensas de las autoridades civiles, militares o eclesi\u00e1sticas.<\/p>\n

Igualmente, no estaba permitido que chicos y chicas se pudieran ba\u00f1ar juntos en la piscina municipal, despu\u00e9s de que el obispo de Vic prohibiera, con una evidente intransigencia y confusi\u00f3n interesada de conceptos, \u00abla asistencia y participaci\u00f3n a todos los ba\u00f1os p\u00fablicos bisexuales\u00bb.<\/p>\n

Hay que recordar que publicaciones y pel\u00edculas ten\u00edan que pasar una doble censura: la oficial y la eclesi\u00e1stica, para que la moralidad quedara bien resguardada. En este sentido, no se puede olvidar que las mujeres eran a menudo las principales v\u00edctimas de estas buenas costumbres sociales establecidas, que las arrinconaban al dom\u00e9stico \u00e1mbito del hogar y a un papel simplemente complementario al del hombre. Por ejemplo, en la posguerra, estaba mal visto que las chicas fueran al cine e, incluso, se les inculcaba que la simple contemplaci\u00f3n de las carteleras cinematogr\u00e1ficas, o pintarse las u\u00f1as o llevar determinado tipos de zapatos, ya era pecado.<\/p>\n

Otra muestra de esta moralidad, a menudo hip\u00f3crita, fue el caso de la escultura La ben Plantada<\/em>, de Josep Clar\u00e0, actualmente situada en lo alto del Paseo. La estatua fue comprada en el a\u00f1o 1958. Aun as\u00ed, no se pudo ubicar en la calle hasta 19 a\u00f1os despu\u00e9s, cuando Franco ya hab\u00eda muerto. La moral cat\u00f3lica del franquismo no permiti\u00f3 la exhibici\u00f3n de aquella chica desnuda.<\/p>\n

En efecto, en plena controversia, el dibujante manresano Joan Vilanova, con un fino sentido del humor, hab\u00eda ironizado sobre el tema en unas aleluyas publicadas con motivo de las fiestas de la Llum del a\u00f1o 1959. Esto motiv\u00f3 una carta de protesta por parte del obispo de Vic, Ramon Masnou, quien calific\u00f3 la estatua de \u00abinmodesta\u00bb y se quejaba del poco contenido religioso de los versos. Esta presi\u00f3n del obispo acab\u00f3 siendo determinante en la decisi\u00f3n final de arrinconar la magn\u00edfica escultura durante tantos a\u00f1o<\/p>\n

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Campa\u00f1as contra la blasfemia<\/h2>\n

Documentos (21)<\/h3>\n
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