Transcripció parcial

[Septfonds, 20/12/39]

Querida María

He recibido hace un instante tu carta del 15 actual en la que me anuncias la gravedad de la enfermedad de mi querido padre. Ya sé lo que son éstas cosas; en la próxima me anunciarás que ya no existe. ¡Pobre padre mío!
Yo sabía que por ley natural esto tenía que suceder un día u otro. Lo más doloroso del caso es que suceda en estos momentos en que me hallo imposibilitado de acudir a sus llamamientos. Yo también desearía estar a su lado para apretar su mano entre las mías en señal de adiós! Que situación tan terrible! Te suplico encarecidamente y sé que atenderás mi súplica, que en todo cuanto te sea posible me substituyas a su lado y me recojas todas sus palabras y las guardes con todo cariño para transmitírmelas cuando ello sea posible.

[…]

Entretanto te abraza tu esposo que te adora.